Derecho Humano al medio ambiente sano: Un eje de política pública en los Municipios.
Contaminación del río las nutrias del Municipio de Juchitán, Oaxaca.
Fidel Castro decía en la conferencia de Río de Janeiro, Brasil el 14 de junio de 1992, “…Utilicese toda la ciencia necesaria para el desarrollo sostenido sin contaminación…”.
La palabra del mandatario cubano en la conferencia de la organización de las naciones unidas celebrada ese año, orientaba la necesidad urgente de enfocar por parte de los gobiernos de las naciones, acciones inmediatas para proteger y cuidar el medio ambiente, elemento fundamental para la sobrevivencia humana.
Las intensas lluvias de hace pocas semanas en el Istmo de Tehuantepec y de manera particular en el Municipio de Juchitán, dejaron en evidencia el grado de contaminación que tiene el río de los perros o Las nutrias. Así como la falta de una verdadera política pública de cuidado y protección al medio ambiente en cuanto a la recolección y disposición final de los residuos, no solo en el Municipio de Juchitán, sino en los cinco Municipios acentados a las orillas de la cuenca del río de los perros o las nutrias (SEDESOL).
Desde nuestra Constitución Política, se reconoce en el artículo 4º párrafo quinto, el derecho humano al medio ambiente sano de la siguiente manera: “Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar. El Estado garantizará el respeto a este derecho. El daño y deterioro ambiental generará responsabilidad para quien lo provoque en términos de lo dispuesto por la ley” (UNIÓN).
En ese mismo sentido, los Principios Marco sobre los Derechos Humanos y el Medio Ambiente, establecen las obligaciones básicas de los Estados en virtud del derecho relativo a los derechos humanos en relación con el disfrute de un medio ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible, con el objeto de “abstenerse de vulnerar los derechos humanos causando o permitiendo que se causen daños ambientales; proteger frente a las injerencias perjudiciales en el medio ambiente procedentes de otras fuentes, como las empresas, otros agentes privados y causas naturales; y adoptar medidas efectivas para garantizar la conservación y el uso sostenible de los ecosistemas y la diversidad biológica, de los que depende el pleno disfrute de los derechos humanos” (ONU).
Un medio ambiente sano, trae como consecuencia importantes aportes para la salud de los habitantes, es una cultura que se debe fomentar en todos los ámbitos de la vida pública y privada por lo que es indispensable que, en ese mismo sentido, los gobiernos construyan y apliquen politicas públicas transversales protectoras del medio ambiente y la ecología con enfoque de derechos humanos.
Ahora bién, ¿qué significa este enfoque de derechos humanos en el tema del medio ambiente? Significa entre otros, evitar la discriminación de grupos o sectores de la población, “garantizar el disfrute en condiciones de igualdad de un medio ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible” (ONU.), es decir, permitir, autorizar o ser omisos a la instalación de espacios de desechos al aire libre en las cercanías o periferias de asentamientos humanos, es sin duda discriminatorio pues esta acción u omisión interfiere desproporcionadamente en sus derechos, incluidos los derechos a la vida, la salud, la alimentación y el agua de los habitantes.
Arribamos a una era donde las pandemias y el cambio climático están haciendo estragos en gran parte de la humanidad y en ese sentido, el ejercicio de gobierno debe enfocarse de manera prioritaria a ese “Conjunto de elementos naturales y artificiales o inducidos por el hombre que hacen posible la existencia y desarrollo de los seres humanos y demás organismos vivos que interactúan en un espacio y tiempo determinados” (CNDH).
Para atender el problema de la basura en Juchitán y Municipios aledaños, es necesario conjuntar esfuerzos entre gobierno, sociedad y academia, donde también participen los sectores que de una u otra manera contribuyen con la limpieza y recolección en los Municipios y conjuntamente, lograr generar estrategias eficientes de recolección, destino final de los residuos así como su debido tratamiento, pues este ejercicio de planeación y participación democrática debe prevalecer siempre en la construcción de políticas públicas para que sean eficaces en su aplicación.
*Emilio De Gyves Montero. Es Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca. Actualmente es Consejero Ciudadano del organismo autónomo defensor de los derechos humanos en el Estado de Oaxaca. Cuenta con diplomados por CEC del Instituto Politécnico Nacional en gestión y administración Municipal. Así como diplomados por el Instituto de Desarrollo Municipal en Administración Municipal. Actualmente cursa la Maestría en Políticas públicas en la Universidad ANAHUAC campus Oaxaca.
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