octubre 11, 2024

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En estos tiempos de pandemia: Vida y obra del Doctor Miguel Jiménez Mimbrera

“Donde hay amor por la Medicina, hay amor por la humanidad”. Hipócrates. Médico Griego.

JALAPA DEL MARQUÉS.-

Mtro. Enoc González Chávez.

Era Santa María Jalapa del Marqués, Oaxaca, en aquellos tiempos, un pueblo pacífico y de tradición conservadora como muchos pueblos de la región del Istmo Oaxaqueño, atrás habían quedado aquellos años turbulentos de encono y exterminio entre los partidos Verde y el Rojo, la famosa Unificación del 27 de marzo de 1932 se había concretado, Sara Valero de Marines, el profesor Daniel Vasallo ya habían emigrado a otras latitudes, llevando su labor educativa a través de Misiones Culturales.

Poco se sabía, tan sólo rumores de la intención del Gobierno de la construcción de una presa…. A ese pueblo de intenso verdor en sus huertas y tierras de cultivo que contrastaba con lo polvoriento de sus calles, llegó un día de 1955, el Doctor Miguel Jiménez Mimbrera, recién egresado de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), el hombre citadino, el joven profesionista ansioso de poner en práctica aquellos hipocráticos conocimientos.

Fue lógicamente, una sensación en aquel provincial pueblo, instaló su consultorio –dicen nuestras fuentes-, en la casa de doña Toñita Toral; de carácter afable y perfil comunicativo, pronto se adaptó a las costumbres y tradiciones de aquel poblado, su amabilidad y espíritu humanitario muy pronto le hizo ganarse el cariño y el respeto de los ciudadanos de aquel lugar.

Muy pronto se rodeó de grandes amigos como: Don Andrés Estudillo Lozano, Ricardo Zárate, Pedro Garrido, Francisco Urbina, Ricardo Zárate, Alfredo Garrido, Jaime Vásquez Arrazola, Galaor Garrido, etc.

Hizo de su labor médica, todo un apostolado, dispuesto siempre a brindar su mejor esfuerzo, sin importar la fecha ni la hora. Vivió y compartió el dolor de aquellas personas que tuvieron que abandonar sus casas, sus muertos y sus tierras de cultivo ante la orden de desalojo para dar lugar a la construcción de una presa.

Tuvo que curar no sólo la enfermedad del cuerpo, sino también la enfermedad del alma de aquellos que no se resignaban a perderlo TODO.

El 5 de mayo de 1961, el traslado del pueblo Viejo al Pueblo Nuevo, lo sorprendió sin casa, con muy poca clientela, pues mucha gente no tenía ni para comer, mucho menos para pagar una consulta, pudo regresar junto con su esposa, -que ya había realizado el viaje desde la ciudad de México hacia el Jalapa Viejo- junto con dos de sus finalmente seis hijas a la ciudad, pudo HUIR  de aquella triste realidad y sin embargo decidió quedarse a enfrentar junto con aquellos a quienes ya consideraba sus gentes, aquel difícil reto.

Su esposa: Doña Josefina Vital Ortega, sus hijas: Osbelia Isabel, Martha Beatriz, Dolores Magdalena, María Isabel, Rosa Aurora y Claudia Isabel Jiménez Vital, soportaron aquel vendaval, aquel infortunio.

El doctor Miguel, jamás se amedrentó, al mismo tiempo que prestaba su servicio a la escasa consulta, hombre emprendedor al fin; incursionó en varias facetas:

-Estableció una de las primeras bloqueras en la parte oriente de la población. (Jalapa Nuevo).

-Consolidó también, la crianza y venta de cerdos de raza muy cerca de donde estableció su famosa bloquera.

-Instaló a orillas de la carretera Internacional, el primer servicio de lavado y engrasado de carros.

-Instaló un servicio de talachería, ahí pegado a Lavados y Engrasados “Aguas Calientes”.

-Incursionó también en la agricultura, sembrando “a medias” en un terreno que poseía allá por Llano Grande.

…Su querida esposa, doña Josefina, mientras tanto, colaboraba también con la economía del hogar, comprando y vendiendo maíz allá por pueblos como: Santa María Ecatepec, San Miguelito y Tlacolulita.

Fue el doctor Miguel Jiménez Mimbrera, un verdadero profesional de la salud, entregado a su familia, vocación que jamás fue un obstáculo para desarrollar una silenciosa, pero permanente labor en pro de destacadas acciones de beneficio para “su pueblo”.

A saber, prestó su casa y terrenos que tenía a orillas de la Carretera Internacional, para que ahí impartieran clases algunas profesoras de la naciente escuela primaria “José María Pino Suárez”, posteriormente, el Jardín de niños “5 de Mayo”,  fue promotor e integrante del Comité Proconstrucción de la Escuela Secundaria General “Benito Juárez” junto con los profesores Rodrigo Gaytán Aguillón, Olga Guzmán Guzmán, Profesor Mario Terán Carreño, profesor Sadoth Mendoza, profesor Frumencio Rodríguez Carreño y profesor Daniel Sánchez, escuela que representó un gran avance para Jalapa del Marqués y en donde colaboró  impartiendo las asignaturas de Química y Biología.

Aquel “Jalapa Nuevo”, el Jalapa del Marqués reacomodado, requería de la visión y participación de hombres y mujeres comprometidos con el progreso, así fue que, en 1991, cuando el profesor Manuel Calderón Jarquín fuera Presidente Municipal, él junto con don Eliud Sérbulo Hernández y otras personas más, integraron el Comité de ampliación del Mercado Público “27 de Marzo”, logrando el agrandamiento del mismo.

-Nos narra su hija, la profesora Isabel Jiménez Vital:

-“Fue en la época del locutor César Sibaja Matus, Presidente Municipal interino,  quien le hizo entrega de un reconocimiento público por haber apoyado generosamente, tanto a la Escuela “José María Pino Suárez”, como al Jardín de Niños “5 de Mayo”.

Profesional de la salud, comerciante, emprendedor, académico, ciudadano  de buen corazón, pero sobretodo; hombre  de familia, de espíritu alegre,  integró junto con varios jóvenes de su época, el entrañable “Club de Leones”, parroquianos  la gran mayoría ya extintos como: Jaime Vásquez Arrazola, Galaor Garrido Escobar, Faustino Zárate López, Onésimo Robles Escobar, Profesor Leonilo Vásquez, Pedro Garrido, Faustino Garrido, Andrés Estudillo Lozano, Ramón Zarate Limón, Dr. Acisclo Pérez Sánchez, Alfredo Garrido, Francisco Urbina, Félix Garrido Toledo, Eliseo Jiménez, Sergio Navarrete y otros más, mismos que organizaban rifas, bailes y otras actividades, para atraer la diversión y los buenos espectáculos, así como ingresos para impulsar obras en la comunidad, la construcción de la cancha de basquetbol de la Escuela Primaria “Héroes Nacionales”, fue una de las más aplaudidas obras de esta organización.

Desafortunadamente, como reza un sabio adagio popular, “todo por servir se acaba”, un aciago día, el Doctor Miguel enfermó, problemas broncorespiratorios, aunque acudió a tratarse a la ciudad de México por iniciativa propia y por consejos de su gran amigo y colega el doctor Acisclo, no pudo superar dicha enfermedad y falleció un seis de noviembre de 1998…una gran pérdida, literalmente todo el pueblo de Jalapa del Marqués acudió a la última despedida de su hijo pródigo.

Sirva esta crónica como un reconocimiento póstumo al profesional de la salud, que, sin ser oriundo de estas tierras, llegó a amarlas tanto que se fundió en su barro y escribió con letras doradas sobre su ardiente arena, su nombre: DOCTOR MIGUEL JIMÉNEZ MIMBRERA. Descanse en paz y a sus hijas y familiares que le sobreviven, larga vida y el orgullo de haber sido procreadas por un gran hombre.