El Derecho Humano a la movilidad segura

Por ciclovias seguras.

Autor: Emilio De Gyves Montero.

“Los derechos humanos, deben ser concebidos como procesos históricos , productos de contextos y circunstancias determinados , e incluso, marcados muchos de ellos, por la luchas sociales que lograron su reconocimiento”. (Corina)

En redes sociales y distintos medios, hemos podido leer y escuchar la exigencia de jóvenes deportistas, colectivos, padres de familia, que insistentemente hacen llamados a los automovilistas a respetar la distancia entre el vehículo de motor y los ciclistas para evitar accidentes.

A pesar de los llamados, las cifras siguen creciendo ante una falta de cultura por el respeto a los ciclistas y poco interés de algunos gobiernos por atender y dar respuesta a la exigencia de estos colectivos y organizaciones.

Cabe mencionar que de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), dos de cada 10 hogares en el país cuenta con una bicicleta. Esto significa que en casi 75 millones de casas mexicanas alguien emplea una bici como medio de transporte.

Jóvenes, adultos, niños, trabajadores, deportistas, a diario conducen por algun motivo este medio de transporte, ya sea para trasladarse al trabajo o por la práctica del deporte, por ello agrupaciones de ciclistas han organizado rodadas nacionales por la vida, foros, talleres, con el propósito de demandar justicia por la muerte de los cientos de ciclistas fallecidos en accidentes viales así como para exigir infraestructura y políticas públicas que protejan a este sector vulnerable que utiliza este medio de transporte.

También, la situación sanitaria obliga necesariamente a adquirir nuevos hábitos deportivos y la bici así como el correr al aire libre, juegan un papel determinante del ejercicio individual y familiar.

Por lo anterior, es necesario que los gobiernos den respuesta a la exigencia de espacios adecuados para la movilidad, en este caso particular de quienes utilizan la bicicleta como medio de transporte, delimitando los caminos, calles, carreteras con materiales adecuados y seguros.

En materia de derechos humanos, la movilidad segura en su conjunto ha sido una exigencia ciudadana en la última década y en ese sentido, se han obligado los gobiernos a ir retomando estas exigencias, un ejemplo, es el gobierno de puebla que elevó a rango constitucional este derecho el 27 de octubre del año pasado.

En Oaxaca, también se han realizado algunos esfuerzos en lo general, sobre todo en cuanto a modernización del transporte, pasos peatonales, puentes para los peatones, algunas ciclovías en la capital, sin embargo, se hace necesario ampliar estas acciones y en ese sentido, los gobiernos locales desde su ámbito, tienen el reto de implementar estas acciones para garantizar vialidades seguras, entre estas, las ciclovías.

El transporte en bici, es una parte de esa movilidad segura que se debe tutelar, por ello este derecho es también tutelado por la rama de los derechos humanos pues los Derechos Humanos debido a su naturaleza dinámica, no es rígida en su protección (Mayor)

El derecho a la ciudad, se ha vuelto una exigencia legítima en varios lugares del mundo. Así podemos ver a grupos y colectivos recuperar espacios públicos, exigiendo “el derecho de todos los habitantes a habitar, utilizar, ocupar, producir, transformar, gobernar y disfrutar ciudades, pueblos y asentamientos urbanos justos, inclusivos, seguros, sostenibles y democráticos, definidos como bienes comunes para una vida digna”( ONU-HABITAD).

El empoderamiento cada vez mayor de las expresiones ciudadanas y el deseo de tener una ciudad digna, obligan necesariamente a respaldar estas inicitivas que son no solo justas y legítimas, sino que además contribuyen a dignificar nuestro entorno para vivir en un ambiente sano y saludable.

*Emilio De Gyves Montero es Licenciado el Derecho por la UABJO. Actualmente es Consejero Ciudadano de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca y cursa la maestría en Políticas Públicas por la Universidad ANAHUAC.