LA DISCIPLINA EN EL HOGAR, FORMA LOS LÍDERES DEL FUTURO.

POR CIMAZ

La situación actual por la pandemia y sus efectos, nos ha sometido a un modo de vida para el cual no estábamos preparados, al interior de los hogares, se ha generado una convivencia poco ortodoxa, que incluso ha puesto en complicaciones a padres acostumbrados a descargar tareas habituales con los hijos en las escuelas. Pero esta situación solo exacerbo las cosas, no las genero., hace mucho tiempo viene gestándose un nuevo orden; la globalización y sus efectos, las modas, las culturas que se permean, los nuevos retos y necesidades colectivos, han generado cambios sociales drásticos que requieren de personas capaces de adaptarse a esta nueva realidad.

¿Estás formando a tus hijos para ello?

Quiero abordar este tema sobre el futuro de nuestros hijos, porque a todos los papás nos une un deseo, el deseo de que a nuestros hijos les vaya bien en el futuro. No hay recetas de cocina para ser Papás; las circunstancias, los momentos, modos, medios, todo hace que cada familia sea diferente, pero eso sí, insisto todos queremos que a nuestros hijos les vaya de lo mejor en la vida, pero desearlo no basta, el futuro no se hace solo, el futuro se construye hoy y al respecto quiero que esté texto sirva para recordarnos la gran tarea de educar y de formar a nuestros hijos y con ello garantizar ese buen futuro que tanto anhelamos.

Este tema puede ser tan amplio que se ocuparían volúmenes completos, pero tratando de simplificarlo al máximo llegué a una palabra, un término que bien puede garantizarnos el buen futuro de nuestros niños. “DISCIPLINA” Su majestad la disciplina, generalmente cuando pensamos en este término se viene a nuestra mente la rigidez y dureza que imaginamos del medio militar, pero no es para nada correcto, ya que incluso dentro de las instituciones militares se expone que “La disciplina debe ser firme, pero al mismo tiempo razonada”. La disciplina no es dureza ni rigidez, ¡Es orden!, orden, en todos los aspectos de nuestra vida, una vida ordenada es una vida sana. La limpieza, el respeto entre miembros de la familia, el ahorro, la educación, cumplir la palabra, todo es orden que genera buenos hábitos, está es la disciplina a la que me refiero y está alejada de la rigidez o el maltrato, es todo lo contrario, en este sentido la disciplina es amor y en sí misma, garantía de un buen futuro. Pero “alguien” debe generar está disciplina en los hogares, los padres tenemos una gran responsabilidad tomando en cuenta que es por los que más amamos, por lo que vale la pena, nuestros hijos.

Generemos mentalidades positivas, niños con actitud que sepan resolver y generemos la confianza para que si se equivocan lo vuelvan a intentar cuantas veces sea necesario, por simples que sean las tareas que asignemos a nuestros hijos cada una de ellas es una prueba que les dejará una experiencia, la cual es la mejor manera de aprender.  Aprovechemos cada oportunidad para enseñar con el ejemplo, pues la palabra convence, pero el ejemplo arrastra. La disciplina en el hogar, exige mucho compromiso y madurez de los Padres, debemos ser conscientes que estamos formando a nuestros hijos todos los días, que los estamos dotando de las herramientas que usarán cuando nosotros no estemos para ayudarlos, no formemos hijos dependientes.

Quizás si lo pensamos nos demos cuenta que no hemos vivido en un hogar con orden y con Disciplina, pero eso no implica que no se pueda introducir a nuestras vidas, iniciemos hoy, solo es cuestión de ser conscientes y de hacerlo con amor, iniciemos con cosas sencillas, con tareas simples del hogar que fomenten el respeto, el orden, la buena actitud, la ayuda. Formemos hoy a la generación que respetará a la autoridad, que será positiva, que será menor que la nuestra.

La disciplina son valores en la práctica, no en la teoría, aprender a cocinar forma gente independiente; lavar platos fomenta la cooperación, la equidad, la sensibilidad, el trabajo en equipo, la nobleza; tender la cama es símbolo de orden, limpieza, pulcritud, moral; la puntualidad es respeto, confianza, lealtad.

Porque no hay recetas de cocina para educar a los hijos, pero hay amor, debe haber disciplina en el hogar que forme a los líderes del futuro.